Las carnes hechas al horno adquieren un sabor especial si se acompañan de una salsa que combine textura y sabor de forma equilibrada.
Por ello, las salsas elaboradas con a base de tomates como de vino son tan utilizadas en las recetas de gastronomía, tanto por su sencilla preparación como por los pocos ingredientes que son necesarios para prepararlas.
Si se trata de salsas a base de vinos, como acompañamiento de carnes de cerdo o cordero, son los más utilizados el clásico Cabernet Sauvignon y también la variedad denominada Boyarda Malbec, recordando que siempre deben realizarse los ajustes necesarios tanto en acidez como en dulzor para crear un sabor equilibrado y que combine con la carne a servir.
El secreto para preparar una deliciosa salsa de vino está en la cocción lenta de la misma, colocando en un recipiente pequeño que pueda ir al fuego ¼ del vino elegido, mientras éste va tomando temperatura se agregan una cucharada de azúcar rubia, una de azúcar moreno, una de miel y media cucharadita de pimienta negra.
Ir mezclando lentamente hasta que los azúcares y la miel se hayan disuelto y comience a hervir.
Dejar hervir a fuego lento como una forma de reducción para que tanto el alcohol como algo del líquido se evaporen, ya que esta es la forma de obtener una salsa con más cuerpo, espesa y de tonalidad roja.
Retirar del fuego, pasar por un colador para purificarla y dejar entibiar antes de bañar con ella la carne, ya que al perder temperatura la salsa tomará más cuerpo.
Si se desea más espesa es sólo agregar una cucharada de harina o almidón de maíz disueltos en un poco de vino tinto y dejar hervir por un minuto más.
Para que tenga más brillo se puede agregar una cucharada de mantequilla cuando se la retira del fuego.
Servir en un recipiente que pueda llevarse a la mesa para que cada comensal pueda servirse más cantidad si lo desea.
Puede acompañarse la carne con patatas asadas o puré de patatas.
muy ricas las salsas de vino,prefiero las salsas de tomates,gracias