El licor de naranja además de poseer un sabor y un aroma exquisitos tiene un color ámbar sumamente atrayente, que es consecuencia de la mezcla de los ingredientes con los que se realiza.
De sabor suave además de disfrutarlo luego de la cena podremos también aprovechar al máximo sus propiedades digestivas inigualables.
También podemos utilizarlo como un toque especial en nuestras recetas de cocina y repostería y para preparar tragos largos deliciosos.
Sólo debemos seguir unos pasos muy simples para lograr que nuestro licor casero de naranja resulte todo un éxito.
Una manera sencilla de prepararlo es verter en un frasco de boca ancha medio litro de alcohol de cereal al que agregaremos un litro de agua, las cáscaras de cuatro naranjas y un cuarto kilo de azúcar junto con una cajita de azafrán y unas gotas de esencia de vainilla.
Una vez todos los ingredientes en el frasco se cierra bien dejando reposar la preparación, por espacio de 15 días en un lugar oscuro y fresco.
El secreto está en sacarlo todos los días durante dos horas al sol, luego remover la preparación con cuchara de madera y volver a tapar, dejándolo descansar nuevamente hasta el otro día.
Cuando han transcurrido los 15 días se filtra con un filtro de tela y se vierte dentro de una botella, se agrega ½ cucharada de glicerina y se deja reposar una semana antes de consumir.